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Tecno Cristo

Efecto paisajístico de las instalaciones y tendidos eléctrios

Efecto paisajístico de las instalaciones y tendidos eléctrios

El deterioro del paisaje puede tener una gran importancia en aquellos lugares que, por su valor geológico, topográfico, antropológico, botánico o simplemente estético, presentan un equilibrio de formas, líneas, colores, entorno, etc. Cada vez necesitamos con más intensidad salir al encuentro de ese entorno natural que nos vio surgir en el camino lento de la evolución. Desgraciadamente, cada vez existen menos lugares donde podamos encontrarnos en plena naturaleza, hasta el punto de que los existentes son verdaderas reliquias. El paisaje se transforma en agresivo y desarmónico y a veces un tanto feo y desastroso, llevando al espíritu del espectador la inquietud de la violación consumada en la madre naturaleza. La intrusión producida sobre el paisaje por el conjunto de líneas paralelas que, formadas por las catenarias dibujadas por los conductores que se enlazan en las verticales torres, constituyen las líneas de transporte de energía eléctrica. En estos lugares puede, con toda propiedad, calificarse de vandálico todo acto que rompa la intimidad y el equilibrio de tal paraje natural; circunstancia que puede producirse con el trazado de un tendido eléctrico o cualquier otro equipamiento que suponga la inclusión de un elemento artificial en el paisaje. Es verdaderamente difícil encontrar un valle, una garganta o una sierra, que no haya sufrido el impacto de la civilización en alguna de sus formas. Por ello, en aquellos lugares que, estando aún en estados cercanos al virginal, reúnan unas características especiales paisajísticas o ecológicas, es importante que el trazado de líneas eléctricas sea precedido de un detallado estudio del impacto previsible. El resultado definirá las soluciones que deban adoptarse para minimizarlo o aconsejará las posibles alternativas. Especial mención debe hacerse del impacto causado en el paisaje por las líneas eléctricas o telefónicas, que los condicionantes económicos tienden a situar a lo largo de las carreteras. Su impacto en los lugares de alto interés paisajístico, como: desfiladeros, puertos de montaña, cabeceras de valles, vegas de los ríos, etc., es grande y distorsionante. Incluso para el propio usuario de la carretera, supone un importante obstáculo que se antepone a todo paisaje, o panorámica, visible desde la carretera o sus inmediaciones: siempre, un primer plano con cables y postes transformados en monótonos e inevitables intrusos.

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